Espejo de Luna

jueves, junio 25, 2009



MUJER

Nadando estabas, no, más bien flotando,
sirena de invisible cola,
y ahora ya te estás como abandonando.

No hay dicha como esta de sentirte
naciendo en cuna de reflejos,
como esta de abdicarte, de adorarte.

Anfibia, en agua y cielo te arrebujas,
cierras al sol los submarinos
ojos, donde anidan mil burbujas
de los palacios cristalinos.

Flotas –delicia ingrávida- de espaldas,
te ofreces al amor, expectante.
Cierra los ojos, cofres de esmeraldas,
de azucares, de aires de suerte.

Y ya no sabes si eres muerta o viva,
si el mar te deshace o modela
cuando navegas, tabla a la deriva,
navío, sin remo y sin vela.

Pero no. Abre los ojos, allí, mira
aquella ola, enorme, plana,
aquella que se turge y que se estira
buscando su media sirena.

Viene por ti, vengo por ti, no escondas
tu piel de plata escurridiza
debajo de los valles de las ondas,
con ingenuidad de primeriza.

No tengas miedo, no impetuosa nades
creando de espumas tu cola.
No vale huir, sirena, no te evades
del rapto inmenso de mi ola.

Ya estás en mí indefensa y entregada,
en mí tu ola poderosa,
tu dulcísima cuna enajenada
que te traspasa y rebosa,

que te mece y te mece y te estremece
y es ya tu único elemento:
el agua, el aire, el cielo que mece
tu cuerpo febril y friolento.

Ya estás en mí, tu dicha está cumplida.
No pesas ya, casi ni existes.
Te sientes disolverte en mí, en mi vida,
en mis cálidas aguas tristes.

Y quiero volver a nacerte, palmo a palmo,
creada sucesivamente
por mi palabra de agua y por mi ensalmo,
mi amor de labios y mi mente.

Te llevo en mí, te alzo y te traduzco
e intensamente te poseo,
de una vida a otra vida te conduzco,
a otra en que creo y te recreo.

Abandónate más a mi regazo,
la voluntad también, no quieras,
no quieras nada ya, sólo mi abrazo,
flotar, volar en mis esferas.

Que yo te llevaré con infinita
ternura hasta la playa sola,
allí me desharé en mi muerte escrita,
mi muerte en retumbo de ola.

¿Querrás morir conmigo, o en la arena
secarte al sol, convalecer,
o bien subir al cielo, no sirena
sino amor puro de mujer?



(Homenajeando a Gerardo Diego,
desde un lugar de La Alcarria)

miércoles, junio 17, 2009

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EL ESPEJO

Anoche me miré en el espejo
que, con voz de plata, me dijo:

Dile cosas bonitas a tu sirena:
‹‹ Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks. ››
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la Tierra,
o que sus pechos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva) Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
bébetela.

(Homenaje a Luis Alberto de Cuenca)

martes, junio 09, 2009

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SOÑARTE

Me he soñado como una abeja perdida
que buscaba tu miel;
te he soñado como una guitarra
acariciando tus senos
mientras imaginaba tu melodía;
te he sumergido en mis ojos
desde tu espalda desnuda,
desnudos ellos y desnuda tú,
con ganas de lamerte la piel
con mi piel erguida en gritos;
te he soñado
con el cabello recogido
mirando a tu derecha,
lejos,
mientras mi mano se estremecía en tu vientre;
te he soñado como un vasto azul de neblinas
donde nada mi cuerpo
con música dulce y feroz,
para ti, para tu guitarra, para tus manos, para tu lengua,
perdido en la nada y hacia ti;
te he soñado desde esta vida
que sólo vive
para acercarme a ti en todos los sueños; pero en cada vigilia
quiero desatarte el cabello entero,
y que nos sirva de lumbre
para fugarnos hacia nosotros
dentro del sueño, fuera del sueño,
y contra el sueño cada vez que sea preciso;
simplemente, sirena, solamente
te he soñado y lo sigo haciendo.

lunes, junio 01, 2009

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CABALGANDO

Sobre la grupa de mi caballo te he de llevar,
mientras el alba dora los campos al despertar,
sobre la grupa de mi caballo te he de llevar
a cabalgar hasta encontrarnos en el mar,
sirena, a cabalgar.
Sobre la grupa de mi caballo te he de llevar,
y al ritmo del viento, con la pasión del fuego,
sólo tus labios, tu fresca boca, yo podré besar.