Espejo de Luna

lunes, marzo 21, 2005

Domingo

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Los domingos los hizo Dios para bostezar. Aunque las cosas vayan muy mal, los domingos fueron hechos también para rascarse la espalda por debajo del pijama. Dios creo este mundo lleno de conflictos y al séptimo día descansó, esto es, apagó la radio, dejó a un lado los periódicos y ni siquiera puso la televisión. Durante toda esta jornada quiso olvidar el engendro que había creado. A la hora del desayuno, se preparó unas tostadas con mantequilla y eligió una mermelada de fresa mientras todo el cielo olía a café. Se sentó en un sillón de orejas frente a la bandeja y sólo se permitió hojear muy por encima un suplemento dominical donde venían recetas para adelgazar y la última moda que en ese momento se llevaba en el paraíso. No se había quitado el pijama todavía. En chancletas, anduvo de acá para allá toda la mañana en sus aposentos privados, que tenían doble cristal en las ventanas para ahorrase los aullidos que llegaban desde el fondo del universo. Tal vez escuchó un poco de música de Bach y al mismo tiempo se entretuvo leyendo algún reportaje sobre ecología o se fue en chándal al supermercado a comprar comida dietética o aún amodorrado dejó que llegará el medio día y entonces se dispuso a cocinar. Preparó una ensalada muy completa, en la cual volcó toda la sabiduría y bondad que no había utilizado al crear el mundo. Se componía de berros, pepinillos, apio, salmón ahumado, arenques, aceite y orégano. Dios sabía que la Tierra estaba llena de barullo, pero eso no impidió que degustara delicadamente la ensalada sin prisas, puesto que era domingo. Después se echó una siesta, y al final de la tarde vio por televisión – en su canal de circuito cerrado- un partido de fútbol entre dos equipos de ángeles, tomando una copa muy relajado. Todos los conflictos de este planeta acumulados durante el fin de semana comenzaron a airearse de nuevo por la radio en al madrugada del lunes, y Dios, ya bien bostezado ahora, pensó si tenía fuerzas para soportarlos o si debía hacerse aún más vegetariano.

8 Comments:

At 21/3/05, 19:04, Blogger luaDark said...

Los domingos están hechos para quejarnos de que al día siguiente es lunes :$

Dark kisses

 
At 21/3/05, 19:37, Blogger Trenzas said...

De acuerdo. Te invitaré a tallarines siempre que me prepares una ensalada como esa :)
Muy bonita la reflexión. Seguro que Dios toma nota y así también descansaremos nosotros los domingos. Tampoco me importaría que fuera toda la semana..

 
At 21/3/05, 19:38, Blogger Sandra Carrasco said...

Hola Yole, mientras leía y por las actividades de Dios más bien me pareció una Diosa.
Pero muy ingenioso tu relato.
Saludos,
Sandra

 
At 21/3/05, 19:41, Blogger Ángel mutante said...

Hola Yole. Resulta que finalmente decidí agregarte a mis links. Espero no te traiga inconvenientes con el FBI, el Mosad o la ETA, ni mala reputación en tu barrio.
Un besito encendido y otro empedernido.
Chaooooo.

 
At 22/3/05, 12:22, Anonymous Anónimo said...

Si hasta he saboreado la tostada de mantequilla y mermelada de fresas!!! Que artículo tan bueno, encantada, un placer ;-)

 
At 22/3/05, 12:51, Blogger Isthar said...

Igual también podría ser que estuviera de resaca ;)

Los domingos debería durar más...

 
At 22/3/05, 18:16, Blogger Érika B Carrillo said...

Gracias por husmear desnudo en mi hortaliza (mm; ahora que lo pienso: ¿fuiste tú quien se metió en mi sueño anoche?)

Besosdesemanario

 
At 22/3/05, 22:15, Blogger Elisa de Cremona said...

Domingo... de nuevo, de nuevo domingo... de nuevo nada... nada que decir... decir sólo que de nuevo es domingo?

otra vez, ves? otra vezzzzzzz.. y cada semana.. y cada vezzzz ahhhh

 

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