Tabla rasa
Solté amarras y, cuando cogí el timón,
el viento aumentó en unos cinco nudos;
el velero y yo salimos como un rayo,
dejando atrás varios botes al ir hacia
el oeste y al mar abierto.
- ¿A dónde cuernos crees que te diriges? –me pregunté.
- ¡A América! – me contesté.
De pronto, el barco y yo, nos estábamos
deslizando casi sin rozar la superficie del agua,
volando sobre ella gracias a un fuerte viento del este.
El casco del velero cortaba
como un cuchillo las agitadas aguas.
- Veinticinco nudos- grité por encima del viento-
¡Qué rápido es este cascarón!
Entorné los ojos para protegerme del sol cobrizo
de otoño. Sentí el rugir del viento a mis espaldas
y, en los pulmones, el frío del aire salado.
Por unos breves instantes felices, la mente se me vació:
tuve aquella sensación, siempre anhelada
y pocas veces conseguida, de que uno es tabla rasa,
una pizarra de la que se ha borrado toda la culpa,
el miedo...La velocidad del velero me tenía atrapado.
Me sentía en plena carrera, con todo a mis espaldas.
Nada ni nadie podía alcanzarme.
Durante casi una hora, no me dije ni una palabra,
ni si quiera me miré. Sólo miraba el mar, hipnotizado
por la seductora sensación del movimiento ilimitado
hacia delante, una vida sin fronteras ni barreras
que detuvieran mi avance, que me mantuvieran
confinado dentro de los límites. Y entonces
me di cuenta de que el velero estaba pensando
lo mismo que yo: ¿por qué detenernos?
¿Por qué no seguir hacia el oeste y lanzarnos
a cruzar el Océano? ¿Por qué no atrevernos?
En ese momento...¡Me desperté!
Todos deseamos espacio y libertad en nuestras vidas,
pero a la vez nos enterramos cada vez más
profundamente en el hoyo de la domesticidad.
Soñamos con viajar sin equipaje,
pero acumulamos lo que podemos
para mantenernos cargados y anclados a un lugar.
Y la culpa es solamente nuestra.
Porque...aunque todos fantaseamos con escapar,
la idea de la responsabilidad nos resulta irresistible.
La profesión, la casa, la madre...todo nos mantiene
con los pies en el suelo. Nos da la seguridad necesaria,
una razón para levantarnos por la mañana. Nos dificulta
la posibilidad de elección y, por tanto, nos otorga certeza.
Y a pesar de que todos los humanos que conozco
se rebelan ante las ataduras de la carga que nos pesa,
todos las aceptamos. ¿Será que nos gusta atarnos
de la cabeza a los pies?
15 Comments:
¡qué poder lleva el mar! ¿verdad? muchas veces me he quedado soñando que me abandonaba a él y que me llevaba a sitios magníficos. Nos gusta soñar por supuesto, y más darnos cuenta de que podemos encontrar lo soñado en la nuestra propia realidad, de alguna manera eso deseamos. Porque escapar de la realidad también sería escapar de nosotros mismos :-) Me gusta mucho leerte, mira lo que me hace soñar y pensar y disfrutar. Miles de besos
P.D: La fotografía es muy bonita. ¿dónde es?
¿Será el miedo? La incertidumbre? Que no estemos a la altura de nuestras propias expectativas?
Miedo a no dar la talla de la aventura.
En fin. Yo ya tengo un avión de juguete y un barco en una botella.
Me conformaré.
Yo contigo me desato y corro desnuda por el agua como un milagro fabricado por tu lubricidad.
Besitos milagrosos.
Chaooooo.
Uff!,me encantaría subir a ese velero,sentir y perderme en el mar,soñar que no hay limites y que puedo olvidar dejando todo atrás,creer que puedo ser distinto,pero...la realidad,como dices es lo otro,la vida que ya hicimos,los afectos,las responsabilidades libres que nadie nos impuso y que por el mismo amor que sentimos,nos detiene.
Un beso para ti.
Gracias por pasar a visitarme, me gusto mucho tu tabula rasa, seguiré leyendo.
Encontré súper sabias tus palabras finales!!
Saludos
yole, que con tus palabras encantas
y encantas por ser palabras sabias
yole, queja que mas que el mar te deje llevar
deja que tus sentimientos te lleven a otros lugar nunca imaginados
y donde Dios te ha regalado...
www.alexisabsa@blogspot.com
Afortunadamente, tenemos la mente para volar.
"Yo tengo la llave de mis cadenas" así somos la mayoria tenemos el poder de irnos, de surcar nuevas aguas pero la arena de los deberes nos anclan en tierra.
Quizás tú y yo y muchos de nosotros que ponemos letras con algo de sentido en papel tengamos más suerte que otros, pues que es escribir sino una manera de volar sin alas???
Besos
Precioso...me encantaría navegar asi... Aunque te diré que lo he hecho mil veces, con la imaginación he llegado a muchos mares... ¡Que hermoso Yole!
P.D....eres el Yole que me visitó a mi blog?...Gracias.
ten cuidado ,mi marinero....en america hay tormentas!!!;).si a pesar de saberlo ,te atreves...es una gran idea...esa libertad que te da no tener nada ,que sujete tus ansias.
sabes..eres un bello mar!!!!!
te navego!!!!!!
desde el sur
brissitassssssssssssssssssssssss
¿Será que somos animales de costumbres?
Una tabla y navegar al infinito de nuestro interior, que parece invitarnos a seguirlo...
¿Quién dice yo?
Caricias matutinas desde mi escritorio de oficina..
El guerrero de la luz tiene sueños. Sus sueños lo llevan adelante. Pero jamás comete el error de pensar que el camino es fácil y la puerta ancha.
besitos...
muassssssssssss
La tabula rasa es mas vieja que el sarro, tan pero tan vieja que nadie se acuerda de ella y es justamente su condición. No te vaya a pasar que la recuerdes y te venga una ola de recuerdos salados, mira que los saldos de esta viejita han hecho a muchos personajes escribir tratados de lógica. :p. jjajajaja. Tengo problemas con la logica, pero creoq ue igual se entiende. Un besote.
Creo que si diriges tan bien el timón de tu vida como el timón de lo que sabes expresar con tus palabras, tu vida tiene que estar llena de bellos momentos.
Un bello beso!
Cuanto sentido encierran estas palabras...seguridad y libertad, poder conjugarlas...
Un abrazo
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