Fotografiando

Había hecho aquella fotografía unos meses atrás. Salí de aquella oficina temprano una mañana con la Rollei colgada al cuello y esperé un par de horas en las callejuelas de unos edificios del SOHO neoyorkino. Gasté cuatro carretes de Tri-X fotografiando las idas y venidas de la gente, de los empleados de tiendas y de algunos niños jugando. Me sentía como un colegial haciendo novillos, naturalmente, pero disfruté de aquel pequeño acto subversivo y sentí más placer todavía cuando las cuarenta y ocho exposiciones dieron una cosecha de dos o casi tres fotografías que me gustaron (no estaba mal para un aficionado como yo)
Desde el momento en que me puse a secar los negativos, me di cuenta de que aquella imagen del niño haciendo pompas de jabón había sido un acierto, pues iba más allá de la buena composición y entraba en el reino de mi misma infancia.
Eso es lo que pasa con la fotografía: si empiezas con buenas nociones de cómo utilizar el objetivo y lo haces como si fuera un árbitro imparcial de la verdad, inevitablemente terminas con imágenes afectadas y poco naturales que nunca llegan al corazón del asunto.
Las mejores imágenes son siempre accidentales. Los mejores resultados de los fotógrafos famosos (Capa, Weegee,...) son una mezcla entre la técnica y el hecho de estar en el lugar y momento preciso. La casualidad es lo más importante en fotografía. Uno se puede pasar horas esperando el momento justo. Y al final, darse cuenta de que realmente no ha conseguido lo que esperaba, pero descubrir, en cambio, que algunas fotografías hechas sin pensar durante la espera tienen una espontaneidad que falta en los intentos de hacer una composición lograda. Primera regla que he aprendido de este arte: el momento justo nunca se elige, sino que aparece de pronto y uno debe pedir que el dedo esté justamente sobre el disparador en aquel preciso instante.
Desde el momento en que me puse a secar los negativos, me di cuenta de que aquella imagen del niño haciendo pompas de jabón había sido un acierto, pues iba más allá de la buena composición y entraba en el reino de mi misma infancia.
Eso es lo que pasa con la fotografía: si empiezas con buenas nociones de cómo utilizar el objetivo y lo haces como si fuera un árbitro imparcial de la verdad, inevitablemente terminas con imágenes afectadas y poco naturales que nunca llegan al corazón del asunto.
Las mejores imágenes son siempre accidentales. Los mejores resultados de los fotógrafos famosos (Capa, Weegee,...) son una mezcla entre la técnica y el hecho de estar en el lugar y momento preciso. La casualidad es lo más importante en fotografía. Uno se puede pasar horas esperando el momento justo. Y al final, darse cuenta de que realmente no ha conseguido lo que esperaba, pero descubrir, en cambio, que algunas fotografías hechas sin pensar durante la espera tienen una espontaneidad que falta en los intentos de hacer una composición lograda. Primera regla que he aprendido de este arte: el momento justo nunca se elige, sino que aparece de pronto y uno debe pedir que el dedo esté justamente sobre el disparador en aquel preciso instante.
13 Comments:
Cómo me gustaría saber hacer fotografías!!!
Pero soy una inútil total en ese campo, nunca capto el momento que quiero y la mayoría salen fuera de cuadro.
No tod@s valemos para todo :D
Dark kisses
Supongo que esa misma observación podría aplicarse a la vida: los mejores instantes, las más fascinantes historias o imágenes que se graban en nuestra retina nunca son las premeditadas. Hay que estar preparados para saber "fotografiar" con nuestros ojos la espontaneidad que surge hasta en el más insignificante de los momentos. :)
Magnífica fotografía la del niño ;)
Un beso
Capturar la magia de ese instante sin proponerselo siquiera, es lo que has logrado.
Lo curioso es que yo también pense qu era una fotografia tuya de pequeño.
Al respecto Ish creó un albun de fotos de bloggers cuando eran pequeños... sería una linda oportunidad de conocer al pequeño Yole...(si estas de acuerdo enviasela a Ist, para que la suba)
¡¡Besos Corazón!! y gracias por el animo, me siento mucho mejor.
Tan acertado querido compañero...
me pregunto, no solo en el àmbito de este arte... en q momento aquel saber piensa q puede devorarse al sabor?
El arte nos salva, y el saber tambien nos salva... quizas solo se trate de no ahogarse en envenenadas aguas.
Tu ojo sabe dnd estar cuando hay un sentir por inmortalizar.
No solo tus palabras, no solo tus palabras, ahora lo sè.
Maga
Yole, ¡qué cambio de registro! Si coincido que el momento que tu llamas a la casualidad, es justo el instante que atrapas tu talento para convertirlo en arte. Miles de besos. Feliz fin de semana :-)
Apunten-disparen-fuego
Algo asi es lo que tu escribes...
La fotografía es realmente estupenda, enorabuena. Yo creo que en la fotografía, como en todo, hay una mezcla de técnica, saber, con intuición y magia.
esto me gusta más... fotos buenas o con intensión de serlo, por lo menos.
un beso
Sin olvidarnos de las magníficas fotografías de transéuntes besándose de Robert Doisneau ("Le baiser de l`opéra", realizada en París en 1950, cuelga en un lugar privilegiado de mi casa)
Yo siempre he creido que un buen fotógrafo es aquel que sabe buscar y ver la belleza a cada instante, en las situaciones más sencillas y en las más inusuales...
Un besazo
Lo que no cuentas es que ese eres tú, saliste buen mozo y burbujeado...una risa que no se extravíe y un saludo de espejos.
Una bella imagen.
Mi enhorabuena por el blog. Tomo nota!
Un instante que dura lo mismo que una burbuja en el aire..o quizás menos.La foto es preciosa.Besitos
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