COMPROBARTE EXTENSAMENTE
Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme
un palpitar de acuario submarino,
quisiera, cual licor tenue al difumino,
hundirme, decantarme, adormecerme.
Y a través de tu espalda, pura, inerme,
que me trasluce el ritmo de andantino
de tu anhelar, si en ella me reclino,
quisiera trasvasarme y extenderme.
Multiplicar mi nido en tus regazos
innumerables, que al cerrar tú los brazos
no encontrases mi carne, en ti disuelta.
Y que mi alma, en bulto y tacto vuelta,
te resbalase en torno, transparente
como tu frente, sirena, como tu frente.
Déjame acariciarte lentamente,
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente.
Así te quiero, fluida y sucesiva,
manantial tú de ti, agua furtiva,
música para mi tacto perezosa.
Así te quiero, en límites pequeños,
aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa.
Y tu unidad después, luz de mis sueños.
Fiel a ti misma, sin cesar renaces,
siempre nueva a mi tacto, a mi deseo viva.
Yo, sin ti, oscuro y tú, allá lejos, luciendo.
Pone al copiarte mi espejo
un poco de claridad.
Si ahora yo te canto:
"Tu cielo es azul celeste
y azul marino tu mar".
y naufrago soy de ti el que gira
como un satélite imantado.
Y dime, esta luz mía – tuya – que devuelvo
¿a qué te sabe viva en tu regazo?
¿Puede aumentar tu lumbre
este navegante lejano
que de veraneo se va?