Espejo de Luna

lunes, mayo 25, 2009

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ALABANZA

Debo escribir un poema que hable de ti,
un poema que habite algún espacio donde
pueda hablarte sin cerrar los ojos,
sin llegar necesariamente a la distancia.

Debe haber un poema que hable de ti y de mí.
Un poema intenso, como el mar,
azul y reposado en las mañas, oscuro y erizado por las noches,
irrespetuoso en el orden de las cosas, como el mar
que cobija a los peces, que cobija
también a las sirenas y a las estrellas.

Deseo para ti el sencillo equilibrio del mar,
su profundidad y su silencio,
su inmensidad y su belleza.

Para ti un poema transparente, sin palabras
difíciles que no puedas entender,
un poema silencioso que recuerdes sin esfuerzo,
y sea tierno y frágil como la flor que no he podido
enredar siquiera una vez en tu cabello.

Pero qué difícil es la flor si apenas la separamos
del tallo dura unas pocas horas,
qué difícil es el mar si apenas lo tocamos se marcha lentamente
y vuelve al rato con inesperada furia.
No, no quiero eso para ti.
Quiero un poema que golpee tu almohada en horas de la noche,
un poema donde pueda hallarte dormida, sin memoria,
sin pasado posible que te altere.

Desde que te conozco y pienso voy en busca de ese poema,
ya es de noche. Los relojes se detienen cansados en su marcha,
la música se suspende en un hilo
donde cuelga alegremente mi pensarte.

Ahora pienso en ti, sirena, y pienso
que, después de todo, conocerte
no debe ser tan difícil como escribir este poema.

(Homenaje a Eduardo Chirinos, poeta peruano)

miércoles, mayo 13, 2009


BUENOS AIRES TIENE TANGO

Mis letras quieren hoy tener sonido de bandoneón
y, por ello, mi pensar se “pierde” en esa ciudad
que no conozco y que es donde el tango
tiene su más representativa expresión cultural .

Marginal en sus orígenes, el tango fue creciendo
en popularidad al paso de la historia de Buenos Aires
y, hoy, su compás supongo que se percibe
hasta en el andar de los porteños.

Seguro estoy de que el tango se disfruta en todas
sus esquinas:en bares, tanguerías y teatros,
en espectáculos grandes y pequeños,
en los discos antiguos que se venden
en un puesto de San Telmo,
en los museos y sitios patrimoniales de toda la ciudad.

Seguro estoy de que allí se baila, se mira bailar,
se aprende a bailar; que principiantes y expertos bailarines
confluyen en esa ciudad, en la que pienso, para conocer
el auténtico tango porteño… en antiguos salones, en los cafés
o clubes de barrio que cada noche albergan una milonga
donde todos pueden tomarse un buen vino,
una cerveza quilmeña,
sumarse a una clase y recorrer la pista girando
en sentido contrario a las agujas del reloj.

Hoy, sirena, no sé por qué (o acaso sí), mis palabras se hacen
latidos que bailan un 2 x 4 al compás de tu porteño corazón.

martes, mayo 05, 2009



PRIMAVERA CON GANAS Y PRISAS

Mi sirena empezó a desvestirme…
para vestirse de mí
y en eso yo la seguí.

Los astros de los botones
surcaban nuestras camisas
en desbandada y con prisas,
diez lunas que a borbotones
daban sus últimos sones.
Me desabrochaba un sí
y en eso yo la seguí.

Mordían las cremalleras
y el cinturón, esos perros
surgidos de nuestros yerros
que patrullan las fronteras.
Más sus acciones certeras
los despistaban y así
en esto yo la seguí.

Como miguitas de pan
o de pólvora, las ropas
nos seguían como tropas
que temblasen como un flan.
Pues ella pensó el plan
de desertarlas de mí,
y en esto yo la seguí.

Fuera relojes, cadenas,
las gafas y los anillos.
Fuera los mares, los grillos,
la coherencia y las penas.
Mezclamos nuestras arenas:
ella se desterró en mí
y en eso yo la seguí.