Espejo de Luna

martes, octubre 30, 2007

CONOCIMIENTO

Mi sirena de amor no es un “objeto” puro;
es un “objeto” hermoso, y creo que eso basta.
Bellos son sus brazos, sus hombros, sus senos;
bella su sonrisa, bellos son sus ojos ( ¡y qué poco me miran!)

Deseable es mi sirena, me engaña, o furtiva, resbala
suave, suavemente, con física dulzura,
o gravita hacia un centro mío más secreto que el alma;
o me duele con un fuego más real que el cariño.

Si la beso, no hablo; si la toco, no creo;
y me quedo callado mirándola muy cerca,
o me duermo en sus brazos, o me muero en su espasmo,
y en aniquilarme halla cierto descanso.

Mi estricta voluntad, mi punta seca
que está domando en ella
oceánicas pasiones y rumores antiguos.
El cauterio que me aplico
a esa llaga amorosa que, sin forma, palpita.

Si hiero, mato, engendro.
Si la acaricio, mido,
sujeto sus equívocos y todas
las suavidades sumas que al todo convidan.

Hasta que al fin, en sangre,
en sombra, espasmo y nada,
en su sólo sí misma,
en mi ir traspasando mis propios sentimientos,
la obtengo, mato, muero.

Porque el hombre es hombre busca,
combate seco, desgarra
una dulce materia femenina,
receptiva, sin forma, sin intención ni dueño.

Más las sirenas son siempre suaves,
siempre son mujer, y lloran, padecen, sufren
con su piedad difusa, su inequívoca delicia,
su no pertenecerse totalmente a sí mismas.

Ellas esperan la gracia. Ellas perdonan, ofrecen
jardines y sonrisas - o el sosiego, el descanso -;
ellas que flotan mecidas en un inefable encanto.

¿Mas nosotros, por hombres, cara a cara luchamos,
bien abiertos los ojos frente al vago infinito,
contra esas melodías que ablandan nuestro huesos?

Nosotros, bien definidos;
nosotros solos, macizos;
nosotros en cuerpo entero

consagrados a una empresa.

Que así, porque sí, nosotros,
contra equívocos, sueños, velos y vagos ensueños,
penetramos en su carne.
Las abrimos, las amamos para matar su secreto.


Cierro los ojos, te envuelvo, muriéndome por dentro
para vivir lo total en el momento; como todos podemos
vivir, como besamos, como amamos y erramos luminosos,
como yo, por ti, contigo, puedo y hago
y te miro sin acabar de encontrarte.
Si me pones la noche. Te pienso.
Si me pones el día. Te espero.
Sirena, sé que el amor existe.



lunes, octubre 22, 2007




Escultura de ti soy

Yo vivo, sirena, porque tú me has mirado,
porque tus ojos de luz me han eternizado
cada vez que soy por las sedas de tu cuerpo arado
y por las caricias de tus labios, con todo tu amor, cincelado.

martes, octubre 16, 2007



OCTUBRE

Está lloviendo en París y no llegan a cinco
los grados de esta mañana en Estocolmo.
En Madrid con la chaqueta bajo el brazo
octubre se exhibe demorado y perezoso,
desprendido quizá de uno de esos cuadros del diecinueve.
Demasiado plácido este día de amor y sol correspondido.

Se vacía el corazón, es nada, se termina de golpe
en el filo de la sombra de los árboles,
en las anónimas avenidas y los taxis,
pensando qué estarás haciendo tú, dónde, para qué.
París podría ser un buen sitio, hoy, aunque llueva,
Estocolmo quizá si no anocheciera tan deprisa,
pero también cualquier café,

cualquier porche abandonado
entre luces para besarte una y otra vez,
cualquier calle apresurada de Madrid,

detener este octubre dormitante volcándolo
sangrante en mitad del cruce y brindarle
la boca a la madre Cibeles que también sonríe, como tú.
Qué estarás haciendo sirena de luces, ahora,
si cualquier acera, cualquier banco,
cualquier rama sería un buen sitio
para besarte una vez y otra vez.



martes, octubre 09, 2007

Nocturna voz tuya



En el paisaje oscuro
de mis noches
oigo tu voz, tu voz,
tu larga voz de espesas
caricias resbaladas,
mojadas y olorosas.

La noche me suspende
en un vuelo pausado
e, inmóvil, pone en vilo
lo que el hombre no entiende:
tu voz, tu voz querida
hundiéndome en lo ausente.

Uno cierra los ojos
(¡me da miedo no verte!);
uno tiende las manos
- aves heridas y leves -,
y en sus raíces siente
que tú tanto eres y no eres.

Y tanto me eres,
¡y tanto te amo, sirena
y tan sin descanso!,
que mis palabras
mueren en un rumor
de besos sin descanso.

lunes, octubre 01, 2007


TIEMPO DE SETAS


(Hacer "clic" para mejor poder leer)















----------------------------------------------
PRESTEMOS MUCHA ATENCIÓN
A ESTA SETA QUE SIGUE POR

SU PELIGROSIDAD (VENENO PURO):










---------------------------------------------
Y ahora, con el gorro de cocinero puesto,
preparemos una sabrosa...

CREMA DE BOLETUS

Ingredientes:

Medio kilo de boletus
Aceite de oliva (o de girasol)
Un poco de mantequilla
Una cebolla mediana
Leche entera o desnatada
Nata líquida
Sal


En una cazuela con algo de aceite y poquita mantequilla
ponemos las setas troceadas ( a rebanaditas) e incorporamos
una cebolla picada y sal al gusto. Dejamos hacer, a fuego lento
una media hora y cuidando de que no se peguen. Pasado ese
tiempo incorporamos leche entera y agua, o bien sólo leche
desnatada, hasta cubrir las setas.
Dejamos hacer a fuego lento como unos diez minutos.
Trascurrido ese tiempo pasamos todo por una batidora,
debiendo quedar como un puré.
Ponemos nuevamente al fuego lento esa mezcla y sin que

llegue a hervir incorporamos la nata líquida, batiéndolo todo
bien.
Y …¡ya está para servir calentito!
Se puede acompañar, como cualquier otro puré o crema,

con currusquitos o daditos de pan frititos (ojo pues éstos,
si son cantidad, pueden resultar indigestos)