
¡Ay tu amor que no existe!
¡Cómo te veo en mí ahora siendo que estás lejana!
¡ahora que ya te tengo en mi dentro segura para siempre,
cómo te veo en mí!
¡Ahora que la distancia te conserva sincera,
ahora que no resisto tus infinitos silencios,
cómo te veo en mí!
¡Ay tu amor que no existe cómo se siente en mí!
¡Ay tu amor que no existe!
¡Cómo te veo en mí ahora siendo que estás lejana!
¡ahora que ya te tengo en mi dentro segura para siempre,
cómo te veo en mí!
¡Ahora que la distancia te conserva sincera,
ahora que no resisto tus infinitos silencios,
cómo te veo en mí!
¡Ay tu amor que no existe cómo se siente en mí!
¡Ay tu amor que no existe!
¡Ay tus nubes que siento que salen de mi pecho,
cómo son toda imagen!
¡Y este espejo inocente o esta húmeda niebla,
cómo me traen tu cuerpo azzul como el agua!
Ahora que son tus ojos tan hondos como lagos
un purísimo goce de mis manos,
ahora que son tus senos presentidos magníficos y suaves
dos azules hortensias,
ahora que no te acuerdas de que yo te quiero…
ahora: en este mismo instante en que me siento inmenso,
en que me noto fértil como lluvia o tierra,
te presiento tan fija que temo no encontrarte,
que temo y que deseo como la voz al aire,
como la mano al seno que aún es flor de almendro,
como el cuerpo a ser sombra que no es bastante bella,
como el pez a las rachas de frío de tus ojos…
…¡y siempre vuelvo a ti, sirena!
cómo son toda imagen!
¡Y este espejo inocente o esta húmeda niebla,
cómo me traen tu cuerpo azzul como el agua!
Ahora que son tus ojos tan hondos como lagos
un purísimo goce de mis manos,
ahora que son tus senos presentidos magníficos y suaves
dos azules hortensias,
ahora que no te acuerdas de que yo te quiero…
ahora: en este mismo instante en que me siento inmenso,
en que me noto fértil como lluvia o tierra,
te presiento tan fija que temo no encontrarte,
que temo y que deseo como la voz al aire,
como la mano al seno que aún es flor de almendro,
como el cuerpo a ser sombra que no es bastante bella,
como el pez a las rachas de frío de tus ojos…
…¡y siempre vuelvo a ti, sirena!
(¡Ay tu amor que no existe!)
