Espejo de AguaEl agua, dulce y mansamente,
callaba sus rumores al descansar
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de mi pensar.Sentado en el camino, con la mirada
hacia el trayecto a recorrer, forjaba
yo olvidos del ayer que fui gastando,
con todo mi afán clavado en tu llegada.Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu ser.
De tu ausencia que ahogaba la voz en mi garganta,
cuando mi boca se perdía en horas de soledad.Yo quería ir a tu espejo de agua,
ir a tu cuerpo igual que las gaviotas
van al mar y a los ríos los pájaros a beber.No lo pensé más y, desnudo, me sumergí.
Me sumergí en ti para que me regalaras
tu mensaje de caracolas lejanas,
o me acariciaras con tu cuerpo revoltoso
cubriéndome de algas o de peces
que resbalaran entre mis dedos
como la espuma blanca de tu cuerpo,
como el canto de tus olas en mi latir.Por debajo del agua te busco el pelo,
por debajo del agua pero no llego.
Por debajo del agua de tu cintura,
tú me llamas arriba para que te suba.Para que suba al ritmo de tu ola,
mi corazón enciendes
y me arrastras desde tus corrientes
escondidas por debajo de tu cintura;
susurrándome con tus dulzuras
todas tus promesas de sirena
invitándome a tus jardines mar adentro.Porque eso es tu cuerpo:
un adentro, un afuera compartido
por mí y por el viento,
por el mar y los seres que lo guardan.En ti me sumerjo…
adentrándome en tu ser
con el choque continuado
que quiere hacerse eterno,
con el choque de mi cuerpo
que quiere beber en tus labios
la cálida y dulce agua de la vida.
DecirteCuántas vueltas darían los otoños,
las primaveras y los veranos
(los inviernos no los quiero)
si pudiera bailar
mis versos a tu lado.
Cosido a ti, despacio.
Piel contra piel y labio sobre labio,
tatuando tu figura con mis besos
como un aroma de palabras
escritas a destiempo
y anidando en tu ombligo.Y cuántas vueltas juntos por la playa,
rodando al ritmo de los versos,
su música sagrada,
abrazo de la noche.No se cómo decirte que te quiero:
cuerpo de luna, cuerpo de mar,
inaccesible esfera.
Decirte que respiro
el himno de tu risa;
aspirando tu voz,
peinando tu pelo
y espirando un lenguaje desatado:
un lenguaje primario, salvaje, adolescente.Cuántas vueltas rozando
el sufrimiento ciego del delirio,
sabiendo que el adiós llega algún día.Decir adiós es duro,
(por eso no te lo estoy diciendo)Cuánto te necesito,
sirena de ojos oscuros.
Conjugándote I could change the world if I had you… He buscado esta noche
el nombre de tus besos.
Si supieras, sirena,
cuánto te he soñado. Cuántas veces conjugo los pretéritos
para poder tenerte medida en las palabras,
viviendo en el lenguaje.
Para poder sembrar
tu voz bajo mi almohada
pido al tiempo prestado tu presencia. De tus mejillas a tus labios
me voy con sólo verte,
en esta noche blanca
en que habito tu boca.
–“No te vayas”, te pido,
entre sombras y luces.
Tú, como sin saberlo,
me das en tu lengua
el corazón del cielo. Tus manos infinitas,
atrevidas, desnudas como el aire
que se funde en las mías,
me muestran con su tacto
la plenitud del mundo. Sirena: Amor, no me conformo;
tenerte no es tan sólo
esta noche de besos.
Por eso cualquier día,
cuando quieras buscarme,
dibujaré caricias
para empezar a amarnos.
Qué alegría vivir…¡Que alegría, vivir
sintiéndose vivido!
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
-azogues, almas cortas-, aseguran
que estoy aquí, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad transvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy buscando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡Que transporte ya!-, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.Homenajeando
De: La voz a ti debida (1933)
Pedro Salinas
INTELIGENCIA Y EDUCACIÓN EMOCIONALHasta hace poco tiempo, las emociones se han considerado un terreno irracional. De repente, con las técnicas de imágenes la ciencia ha entrado en la caja negra del cerebro y los neurocientíficos y psiquíatras no nos explican que las emociones tienen un órgano, el cerebro; que la emoción y la cognición no están separadas; e incluso que el sistema límbico se desarrolla antes que la neocorteza. Y, sobre todo, que no se pueden reprimir. Muchos estudiosos indican cómo gestionar las emociones, nos hablan de la importancia de la infancia, de que según te han querido tus padres y has desarrollado tu autoestima, así serán tus vínculos con el mundo exterior. Dicen que esa forma de relacionarse se traslada al mundo adulto y también explican que el cerebro es muy plástico y aunque la infancia no sea perfecta, los adultos pueden cambiar los patrones negativos.Que ¿hasta qué punto se pueden cambiar, si se ha vivido un maltrato o un abandono emocional?Cierto es que hay casos de resiliencia, niños que sufren mucho y salen adelante. Logran de forma natural fomentar las emociones positivas. Pero lo cierto es que no estamos programados para ser felices, sino para sobrevivir. Eso significa que tendemos a ser desconfiados y egoístas y a estar estresados.¿Entonces, podemos decir que la felicidad es un estado antinatural?Lo que pasa es que cuando uno está bien, no se da cuenta, pero sí percibe cuando está estresado o en guardia. Ello afecta a la neurogénesis, la capacidad de los adultos de regenerar el cerebro. La felicidad pasa desapercibida frente a la fuerza de las emociones negativas. Tenemos una mente que puede imaginar lo peor y hay que contrarrestarlo fomentando las emociones positivas.¿Cómo se consigue esto?Es importante la introspección y el desaprendizaje de lo aprendido. Hay que abandonar patrones emocionales negativos que se disparan de forma inconsciente. Y eso sólo se puede hacer examinando la propia vida. La introspección es recomendable, pero no para regodearse en lo que hace daño, sino para entender qué educación se ha tenido y cómo lleva a un callejón sin salida. Meditar permite parar los estímulos negativos externos y da tiempo al cerebro para que se reprograme. (Como botón de muestra tenemos los elevados niveles de felicidad que alcanzan los monjes del Tibet) Es cierto que las emociones negativas son útiles en la vida, pero no pueden convertirse en la forma de reaccionar automáticamente ante todo.¿Por qué ese boom de la búsqueda de la felicidad?Podemos decir que hay varias razones. Nos están alertando del aumento de las enfermedades mentales, señalándonos que las depresiones están siendo la causa de la mayor parte de las bajas laborales (de cualquier tipo de trabajo o actividad, no únicamente del trabajo dependiente) En parte ello se debe al aumento de la esperanza de vida. Tenemos mucho más tiempo de ocio, casi media vida en la que no sabemos qué hacer. Además, antes la religión nos imponía su visión de la felicidad, pero ese sistema se ha caído y la gente no tiene referencias. Se quiere más felicidad y no se sabe cómo encontrarla. El modelo de la sociedad de consumo es catastrófico. Depende de mecanismos adictivos para el cerebro, de la acumulación de placer, caso de la drogadicción por ejemplo. Implica que necesitas generar más y más placer a través del consumo y ello genera frustración porque sabemos que el dinero no da la felicidad. Lo que más felicidad da son las relaciones personales. Sin embargo, es algo que la gente trabaja poco.El aprendizaje del amor es algo que está como abandonado y hay que utilizar mecanismos sencillos para retomarlo, mecanismos que pueden resolver bastantes conflictos, como lo es el de escuchar a los demás y no vivir tan encerrado en relaciones rígidas que pueden ser una jaula, incluso hay que aprender a amarse a uno mismo para evitar “auto enjaularse”.¿Y… hay diferencias entre el aprendizaje de hombres y mujeres?Sí, porque evolutivamente las mujeres han cuidado de los niños y tienen más empatía. Casi con sólo mirar al bebé saben qué es lo que quiere éste. Pero los hombres podemos decir que nos íbamos a cazar y, en consecuencia, nuestro vocabulario emocional es o puede ser más reducido; por ello, generalmente, cuando nos sentimos vulnerables reaccionamos con agresividad y con el sexo en situaciones de afecto. Lo que genera incomprensión. Las mujeres quieren hablar de sus emociones y los hombres queremos huir. Eso habría que tenerlo en cuenta en la educación emocional. Insistir en que la emoción no es debilidad. Igual que las mujeres han aprendido a tener independencia económica y tratan de tener la emocional, los hombres debemos trabajar ese asunto.
Hoy un tercio de los hombres y mujeres no son emocionalmente competentes y eso hay que solucionarlo. Aquí, enfrente de la ventana, hay un cartel que dice “Colegio: Se enseña educación emocional”…
¡Hoy mismo me matriculo y voy a clase!